Aún está presente en nuestra sociedad la diferencia de género, diferencias sociales y laborales de la mujer.
Entre ellos, esos arcaicos arquetipos que han y están condicionando la progresión de la mujer en la sociedad para que las diferencias sociales sólo se equiparen por condiciones físicas y no sociales.
La mujer sigue siendo identificada por su cuerpo, sus relaciones, su belleza y destacan aquellas que posean estas cualidades.
Por su parte, el hombre va adaptándose a los cambios sociales y siendo más consecuente y con el rol de la mujer trabajadora y las consecuencias que genera.
Pero para los medios de comunicación el género masculino no ha evolucionado y sigue comportándose de la misma manera que hace dos siglos, la literatura, el cine, la publicidad, y hasta los libros escolares legitiman la desigualdad. Mostrando a la mujer únicamente como objeto sexual, como madre, o como ama de casa.
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